Era sábado por la tarde, justo la hora en que las almas deseosas de fiesta se adueñan de las calles, ya comenzaba a oscurecer y el viento soplaba fuerte en el centro de la CDMX. La atmósfera se prestaba para una sesión de música y el escenario sería el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, la artista encargada: Carla Morrison.

Sólo ingresar al recinto ya es un espectáculo, las alfombras rojas, la tenue luz que ilumina los pasillos, la decoración europea y las butacas aterciopeladas encienden los sentidos. Los asistentes que llenaron el lugar, recibieron primero a Jardín, una agrupación del norte de México que puso a vibrar el escenario con algunas de sus canciones antes de recibir a Morrison. Luego el silencio, el ir y venir del staff, las siluetas en la oscuridad, los amantes que aprovechan el espacio para demostrar su amor con un beso y las luces flotantes de los celulares en todo el lugar.

Quiero compartir mis días contigo, quiero ver salir el sol y despedirlo” Así rompe el silencio la voz de Carla, el público se emociona y lanza una ovación. La noche continuó con los temas “Eres tú”, “No Vuelvo Jamás” y “Azúcar Morena”, cada uno coreado por los fanáticos que acompañaron a la artista esta noche.

Carla Morrison comparte su “Amor Supremo”

Una pausa para hablar con su público, para recordar lo importante de disfrutarse a uno mismo, a los de más, los momentos, la vida y el amor, y para reafirmar el discurso “Pajarito del amor”, “Me encanta” y el recordatorio de que “Todo pasa”, para cerrar el gran momento, Morrison llevó a su gente “Hasta la piel”, luego el telón bajó. Como es costumbre se escuchó en toda la sala “Otra, otra” y así fue como en un escenario lleno de velas, la intérprete de “Compartir” regresó a escena.

¿Qué sería de un concierto sin sorpresas? La de la noche fue Ely Guerra, quien junto con Morrison interpretó “Tierra Ajena”. El gran cierre de la noche fue con una de las canciones más populares de la cantante “Déjenme Llorar”, el momento se convirtió en algo personal entre su público y ella cuando bajó del escenario para estar cerca de ellos. El telón bajó y la gente se retiró aún tarareando las canciones, hablando de lo increíble del momento mientras se perdían en las angostas calles de la ciudad.

 

Galería de fotos Carla Morrison. Fotos Cortesía José Carreon | OCESA