¡Ey, tú! Sí, tú, pre adulto: ¿qué estabas haciendo a tus 21 años? ¿Conectando afuera de la universidad? ¿Ligando en bares? ¿Acudiendo a conciertos? Kali Uchis tiene esa edad y está escalando masivamente en el hype musical del momento. Algunos no saben quién es y, probablemente si se pierden su actuación en el Ceremonia 2015, omitirán un preámbulo cultural de un hype notable.

Directamente de Pereira, Colombia, pero con una influencia notablemente estadounidense (californiana para ser precisos), Kali Uchis pretende elevar al respetable, con su música que a veces abreva del trap y las lógicas hop, pero que en su mayoría derivan de un pop acompasado con ligerísimos tintes rocksteady, aquellos del corte que Amy Winehouse llegara a posicionar años atrás.

https://www.youtube.com/watch?v=ZSViNoqvC6s

Uchis no es ni de lejos la mejor ni la más original revelación de nada, y esa quizás sea su atractivo principal: que es cutrona, de medio perfil, sexy y antiestética a la vez. Su reciente debut ya en forma, Por Vida fue producido quien fuera uno de los headliners del Ceremonia del año pasado, Tyler The Creator, y si uno de los jóvenes más frescos y pasados de rosca del momento le apuesta, mínimo hay que voltear a ver que se trae esta colombiana que rolas sueltas vendía.

Kali es un fenómeno en redes, tiene un gran álbum y varios artistas de renombre la refieren como la gran revelación del inicio de este 2015. En vivo será un gran reto, habrá que ver cómo sostiene toda esa atención mediática, esas reproducciones sabrosas de sus rolas en Spotify, con olor a arenita de mar y sexo mal hecho en la costera.

https://www.youtube.com/watch?v=ukWKmOZhMsM

R&B, algo de pop por acá, twerkeo discreto, como ese hitter discreto del chavo guapo entre el público, todo eso contrasta con el golpe visual de Uchis: ceja depilada, actitud bitch, uñas postizas y emperifollado en su vestimenta. No hay artilugio de por medio, nadie está tratando de convencer a nadie. Eso será lo increíble, eso es lo que no hay que perderse. Larga vida y fructífera carrera a Kali Uchis. Habrá que ver y oler esa dulzura pervertida.