Foto: Limo/@LissLaDocil_

La noche de ayer asistimos a El imperial condesa para conocer en vivo a Marcol y Coast, dos propuestas mexicanas que traen un sonido fresco y alternativo dentro de la escena del pop independiente del país.

Marcol

Ellos son un proyecto liderado por Luis Martínez, quien tras años de trabajo como solista ha desarrollado la pócima para encantarnos con su pop electrónico entre sintetizadores y guitarras pero, sobre todo, con su voz característica casi casi andrógina y llena de matices; todo esto cuajado con el respaldo de tres músicos de academia: Eruviel en la batería (June), Tulio en el bajo (Salón Victoria) y Christian -Chick Balderas en el teclado (T’orus/June).

Durante la noche, Luis como frontman usa poco las palabras para expresarse, más bien hace uso de su música para transmitirnos su mensaje a ritmos electrónicos, loops y distorsiones coordinadas al momento -como la experiencia en vivo debe ser; de ratos nos quieren poner a bailar al ritmo que dictan con sus armonías y a ratos nos encandilan mientras relatan historias sobre (des)amor e introspección, casi como un soliloquio que describe tus propios pensamientos.

En ningún momento abusan de las bondades en los elementos electrónicos y distorsiones en su set, más bien agregan la dosis adecuada para usarlo como condimento de su música; provocan una atmósfera contemporánea que los vuelve una experiencia en vivo para sencillamente ir a disfrutarse y poder percibir los diferentes matices que alcanzan entre armonía y armonía sin distracciones de más.

Nos regalaron un cover con dedicación implícita a nuestro querido Cerati, ‘Bocanada’, y pasando por canciones como ‘Tarde’, ‘Señales de Humo’ y ‘XY’ (que también es el nombre de su EP debut) mantuvieron la atmósfera íntima durante toda la noche y, para el final de su presentación, intencionalmente nos tenían con los sentimientos a flor de piel para clausurar su acto con la interpretación de ‘Más brillante’ mientras el vocalista y líder se lucía con todos los colores y tonos que tiene para regalarnos con su voz, desprendiendo entre los cuatro un feeling de inmensa profundidad, justo lo que necesitas después de una noche de introspección y sentimientos encontrados; de poco a poco y a manera cálida, como un abrazo.

Acá les dejo una colaboración con el MC Erick El niño (T’orus) mientras checan las fotos de la noche,

Coast

Cantan en inglés pero en absoluto lo hacen por malinchismo, esto es simplemente el resultado de la música con la que ellos crecieron y que los ha influenciado. Todo comenzó en Puebla con tres amigos que empezaron en una banda de covers (para variar) y al final decidieron hacer las cosas en serio, una cosa llevó a la otra y finalmente se subieron al barco para emprender el trip que desembarcaría en Coast.

Me cuenta Manolo (guitarra) que para aventarse a dar presentaciones en vivo se tomaron su tiempo. Ellos no estudiaron música, por lo cual todo lo que saben es resultado de la experiencia y el amor a su proyecto, por lo cual ha sido un viaje aprender a transmitir el mensaje de manera correcta, sin quedarse en el intento y sobre todo sin clavarse en los errores; ayer trajeron a la capital un discurso musical despreocupado –no confundir con simple- pero, sobre todo, lleno de armonía sonora.

Nos traen un sonido que fácilmente alude a un viaje a la playa, como cuando estás viendo al horizonte y te haces consciente del cielo, el mar y el viento, y todos esos elementos en armonía  te hacen caer en cuenta que todo está en su lugar; como transportarte a tu momento y lugar preferido y convertir todo eso en una experiencia auditiva; en un sonido fresco, como la costa.

Todos son partícipes de la producción en vivo de su música, buscan abrirse paso en la escena del pop alternativo, empezando por el país y después en todos lados. Han decidido volverse un referente en la escena y a su vez una puerta de acceso para otras bandas que, como ellos, traen una propuesta muy rica y sobre todo, de calidad.
Durante toda la noche nos enseñaron que su onda es de momentos ponerte a bailar, pero despacio; no en un ritmo atascado, más bien contonearte instintivamente, suave, al ritmo de sus armonías, entre teclados y guitarras, entre una que otra balada sabrosona.

Van con su último sencillo ‘Last Words’ para que lo vuelvan el soundtrack de la siguiente galería,

Martes lluvioso en El Imperial, conocimos a dos bandas que simplemente se vuelven una bocanada de aire fresco dentro de lo ajetreado que resulta la vida dentro de la Ciudad de México, ambas con una ejecución excelente y una propuesta novedosa y sorpresivamente honesta, acompañada de armonías no sólo buenas, si no plácidas; de las que te hacen preguntar “¿Por qué demonios no lo está escuchando todo el mundo?”.

Ya se la saben, ¡Van con los likes para que los sigan de cerca!

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