La cita era en el icónico Teatro Metrpolitan, por fin llegaba el esperado viernes 5 de junio y el grupo regiomontano de latin dance-funk-pop rock, Kinky, volvía a pisar el recinto de Avenida Independencia. En esta ocasión retomando el unplugged que grabaron para MTV el 3 de junio del año pasado en los Estudios Churubusco.

Se metía el sol en el Distrito Federal y no había caído aún ninguna gota de lluvia, una buena señal para toda la gente que desde horas antes esperaba ansiosa el acceso al lugar. Fue sobre las 8:30 de la noche, con un público que aún no ocupaba la totalidad de los asientos y con la atención centrada en los saludos y besos que mandaba a diestra y siniestra Amandititita (pareja de Ulises, tecladista de Kinky) que apareció en el escenario la cantante y guitarrista argentina Loli Molina, quien apenas interpretó 6 canciones de corte pop-country y dejó el lugar en el escenario para su coterránea Daniela Spalla, cantante y tecladista que interpretó 5 temas de estilo electro-pop y bajó del escenario para permitir que la gente de staff ultimara detalles para la aparición de Kinky.

Ya se vislumbraba el lleno en el Metropolitan y sobre las 10:00 de la noche el bajo resonó fuerte e hizo su aparición en el escenario Kinky al lado de Molina, Spalla y un sexteto de cuerdas que acompañó la pieza abridora, “Ilegal”.

El grupo inmediatamente llenó el escenario de una energía que prevalecería durante todo el concierto y fue con el segundo tema, “Una Línea de Luz”, que lograron solidificar el conecte con la gente.

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Pronto hizo su arribo al escenario la Banda Furioza, que acompañó a Kinky en “Para Poder Llegar A Ti”, canción que puso a toda la gente a moverse y en la cual lucían brillantes a la vista y al oído los metales del grupo invitado.

Volvió el sexteto de cuerdas al escenario para acompañar en “Para Que Regreses”, que hasta ese momento fue el tema más coreado, gritado y festejado de la noche, destacando bastante la voz de Loli Molina.

Para continuar con la conexión público-banda, sonó la intro de “Yo Soy Lo Peor”, en manos de Carlos Chairez, sin espera la gente acompañó cantando el tema en el cual César Pliego por vez primera en la noche, se descolgó el bajo para tomar un contrabajo y darle así una fuerza distinta a la canción. “A Dónde Van Los Muertos?” fue el siguiente tema interpretado por la banda, en el que la gente descansó un poco de tanto moverse  mientras Chairez dejaba un rato la electroacústica para tocar con una guitarra eléctrica, mientras que por su parte, Ulises salió del área de sintetizadores para coger el acordeón en el centro del escenario.

Poco duró el descanso cuando las luces se centraron en Omar Góngora que tocó  un ritmo en la batería que nada tardó el publico en reconocer, se trataba de “Hasta Quemarnos, tema que sin duda subió la temperatura del lugar y puso bailar al Metropolitan enterito.

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La noche seguía y se veía una banda entregada al 100% que con Gil Cerezo a cargo de los samples y temas como “Ejercicio #16” y “Coqueta”, siguieron moviendo a la gente como si de una sesión de spinning se tratara.

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Posteriormente Ulises apareció una vez más en el centro del escenario agradeciendo al público por su presencia e inmediatamente tocó la intro de “Sister Twisted”, tema donde lució mucho Omar Góngora, que tocó de pie gran parte de la canción, a lo Mike Portnoy.

La gente coreó fuerte y bailó intensamente “Después del After”, canción en la que el bajo se montó por encima del resto de instrumentos y provocó que el Metropolitan se convirtiera literalmente en un antro.

Y fue así, después de un outro espectacular en el que Gil mostró su gran técnica de falsete mientras veíamos animaciones de carácter religioso en las pantallas ubicadas al fondo del escenario, que el cantante agradeció, se despidió y junto con todo el grupo abandonó el escenario, haciéndonos creer que el concierto ya había terminado.

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Las luces se apagaron y las personas ubicadas en las primeras filas comenzaron a solicitar a gritos unísonos que Kinky nos regalara una canción más, gritos que poco tardaron en esparcirse por todo el recinto, lo que provocó que casi inmediatamente se encendieran de nuevo las luces y reapareciera en escena la banda junto con Loli Molina para interpretar “Soun Tha Mi Primer Amor”, balada que puso a cantar a todos y bajó los niveles de intensidad.

“¡Para la ley seca!”, gritó al micrófono Gil Cerezo mientras subía nuevamente al escenario la Banda Furioza, que interpretó con la banda “Bien Pedo, Bien Loco”, de Los Recoditos.

Por último y para abrochar la noche de forma espectacular, sonó con fuerza “Más”, canción que alargaron casi al triple de su duración original para permitir que la gente bailara, cantara y gritara todo lo que tuviera que bailar, cantar y gritar antes de terminar ahora sí la actuación, cerrando así, una noche formidable en la que Kinky logró una vez más comerse al Metropolitan, sentando cátedra de lo que es una banda original, versátil, profesional, entregada y comprometida con su público que no salió decepcionado del lugar, por el contrario… ¡todos salimos muy satisfechos!

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