Desde su debut en la escena electrónica, Justice ha sido más que un simple dúo de música dance. Su identidad visual, su sonido crudo y la forma en que construyen sus espectáculos en vivo han estado profundamente influenciados por el cine. No es casualidad que sus videoclips, portadas de álbumes e incluso la puesta en escena de sus conciertos remitan a un universo visual cargado de simbolismo, referencias cinematográficas y un sentido narrativo que los distingue del resto de sus contemporáneos.
Justice y las influencias cinematográficas en su estética
Uno de los sellos distintivos de Justice es su fuerte inspiración en el cine de terror y la ciencia ficción de los años 70 y 80. Dario Argento, John Carpenter y hasta David Lynch figuran entre sus influencias más notorias, algo que se refleja en la iluminación de sus shows, en la distorsión sonora de sus producciones y en la forma en que sus videos cuentan historias con una tensión latente.
Por ejemplo, el videoclip de “Stress” (dirigido por Romain Gavras) evoca la crudeza del cine realista de Gaspar Noé y el cine de pandillas como La Haine (Mathieu Kassovitz, 1995). En contraste, el video de “Civilization” tiene una estética apocalíptica y grandilocuente que recuerda a los blockbusters de ciencia ficción de los años 80 y 90.
La puesta en escena: un espectáculo cinematográfico
Ver a Justice en vivo es como presenciar una película en movimiento. Su famoso escenario en forma de cruz iluminada y su torre de amplificadores apilados recuerdan a los sets de películas retrofuturistas. La iluminación estroboscópica y el uso de sombras proyectadas sobre ellos mismos generan una atmósfera que podría pertenecer a un thriller de Carpenter o a una secuencia de persecución de Blade Runner.
En sus giras, el dúo francés ha demostrado una obsesión por el diseño escénico, apostando por un estire y afloje de minimalismo y maximalismo: pocos elementos en el escenario, pero cada uno de ellos con una presencia visual imponente. El show de Woman World Tour (2018) incluso llegó a adoptar una narrativa progresiva, donde las luces y la disposición de los elementos iban evolucionando como si de una historia se tratara y que seguramente descubriremos este 12 de marzo en Palacio de los Deportes como parte de su exitosa gira Justice: Live Tour donde estarán presentando su más reciente material Hyperdrama (2024)
Justice no solo bebe del cine en su estética, sino también en su sonido. Sus canciones están estructuradas como si fueran soundtracks de películas que nunca existieron. Utilizan transiciones épicas, cambios de ritmo abruptos y capas de sonido que recuerdan a los sintetizadores de Vangelis o las composiciones de Ennio Morricone, sin embargo con su uso de la distorsión y los efectos sonoros en temas como “Genesis” o “Phantom” les otorga un aire de suspenso y dramatismo, como si cada pista fuera una escena clave de un thriller electrónico
Justice ha logrado fusionar el lenguaje del cine con la electrónica de una forma única. Sus videoclips, su puesta en escena y su sonido construyen una experiencia inmersiva que va más allá de la música. Justice demuestra que entiende que la música, como el cine, es un arte narrativo que debe sentirse tanto como escucharse, por lo que su legado ya es un espectáculo cinematográfico en sí mismo.