En el amplio mapa del pop en español de los años ochenta, hay pocos nombres tan reconocibles y perdurables como el de Hombres G. Su música, catalogada muchas veces como ligera, desenfadada o juvenil, es en realidad un espejo de emociones que oscilan entre la ternura, el desencanto y la ironía. Más allá del furor adolescente que los acompañó en sus inicios, algunas de sus canciones guardan historias que todavía hoy resuenan con una intensidad inesperada. Aquí recuperamos ocho temas que invitan a escucharlos de nuevo con oídos más atentos.
1. El ataque de las chicas cocodrilo
Detrás del título juguetón y surrealista hay un retrato certero de la ansiedad masculina adolescente frente a la figura femenina: inalcanzable, intimidante, peligrosa. En este relato caricaturesco, Hombres G logran hacer crítica y humor al mismo tiempo, riéndose de sí mismos y de los clichés de su tiempo. La chica no es objeto de deseo: es una amenaza, un monstruo encantador, una metáfora de la inseguridad que muchos no se atrevían a confesar.
2. Marta tiene un marcapasos
Una canción que, con su ritmo alegre y su melodía infecciosa, esconde un mensaje ambiguo. Marta no es solo una chica con una condición médica: es también símbolo de fragilidad, de diferencia, de aquello que no encaja del todo en la lógica del amor convencional. El narrador la ama “tal como es”, y en esa declaración simple se esconde una reivindicación poderosa de la aceptación y del afecto más allá del ideal romántico.
3. Te quiero
Aquí no hay dobles sentidos ni bromas: solo la exposición abierta de un sentimiento absoluto. “Te quiero” es quizás una de las canciones más sinceras de su repertorio, donde el enamoramiento se canta sin artificios, con una letra que parecería casi ingenua, pero que justamente por eso logra conmover. En una época de ironía y distanciamiento, esta canción sigue siendo un manifiesto de vulnerabilidad sin vergüenza.
4. Venezia
Una historia de abandono y huida, pero contada con la estética colorida de una comedia italiana. El protagonista es dejado por su amor y decide irse a Venecia en góndola, donde se enfrenta al mundo con un “a mí me importa un bledo” que no es otra cosa que una máscara para el dolor. Esta canción tiene la estructura de una tragicomedia adolescente, donde el drama se disfraza de postal turística. Y es ahí donde radica su genialidad.
5. Temblando
Probablemente la más madura y desoladora del grupo. A diferencia del tono juguetón de muchos de sus éxitos, “Temblando” es una carta de despedida donde cada palabra cae con el peso de lo definitivo. El narrador llora, suplica y reconoce su derrota. Aquí no hay rastro del humor que solía caracterizarlos: solo una voz al borde del colapso emocional. Esta canción, con su minimalismo y crudeza, marcó una ruptura en su discografía y mostró otra cara del grupo: la del dolor sin disfraces.
6. Suéltate el pelo
Más que un himno de fiesta, esta canción es una invitación a la libertad. Con un tono provocador, el grupo canta a una joven reprimida que necesita dejarse llevar, sacudirse el juicio ajeno y bailar. Aunque parece una canción ligera, también puede leerse como un llamado feminista prematuro: a romper normas, a liberarse del molde, a apropiarse del cuerpo y del deseo sin culpa.
7. Visite nuestro bar
Una postal de la juventud nocturna y un homenaje a los espacios de refugio, de encuentro, de desahogo. Este bar, lleno de personajes “raros” y de historias truncadas, representa una especie de santuario emocional donde nadie juzga a nadie. En tiempos donde todo se mira y se mide, esta canción propone un mundo donde el desorden y la autenticidad todavía tienen cabida.
8. Indiana
Una rareza dentro de su repertorio, “Indiana” es una especie de western romántico donde el deseo de aventura se mezcla con la búsqueda del amor perdido. La letra parece una película de carretera y redención: hay persecución, paisaje, duelo, pero también hay ternura. Una vez más, Hombres G demuestran que sabían construir mundos dentro de sus canciones, aunque lo hicieran con guitarras y estribillos coreables.
Hombres G siguen aquí, y vienen por más
A pesar del paso de los años, las canciones de Hombres G siguen emocionando a nuevas generaciones y reconciliando a las anteriores con su propio pasado. Porque detrás del pop hay memoria, ternura y a veces incluso poesía.
Este 23 de abril, los Hombres G regresan a la Ciudad de México para reencontrarse con su público en un concierto que promete ser tanto una celebración como un viaje en el tiempo. Y mientras las luces del escenario se encienden, cada uno de nosotros podrá volver a ser ese adolescente que alguna vez también tembló, rió y amó al ritmo de sus canciones.