Fotos: Alberto Rodríguez Hernández

La noche de sábado era agitada, como todos los fines de semana en la Condesa. Desde las siete de la noche comenzaron a entrar a El Plaza cientos de fanáticos de una de las bandas uruguayas más importantes y divertidas de los últimos años, El Cuarteto de Nos.

Alrededor de las 8 pm desde el interior del recinto los fans comenzaron a corear “¡Cuarteto, Cuarteto!”, esperando el momento en que Roberto Musso, Santiago Tavella, Alvin Pintos, Gustavo Antuña y Santiago Marrero aparecieran sobre el escenario.

A las 8:15 las luces se apagaron, comenzó a sonar una caja de ritmos y el público recibió con palmas y gritos ensordecedores a El Cuarteto de Nos, quienes inauguraron la velada con ‘El Aprendiz’.

El cuarteto se consolidó en el escenario de inmediato, con ‘Ya no sé Qué Hacer Conmigo’ capturó de inmediato a la audiencia ocasionando brincos y cánticos que continuaron sin parar mientras sonaba ‘El hijo de Hernández’.

Las revoluciones bajaron y llegó la cumbia al venue de la Condesa, Santiago Tavella tomó el micrófono e interpretó ‘Enamorado Tuyo’, creando un bizarro momento romántico donde algunas parejas trataban bailar en un reducido espacio y otras más cantaban desquiciadas.

Al terminar el tema Roberto Musso saludó al público: “Hola a todos, buenas noches amigos de México… ya hacía año y medio que no estábamos con ustedes… Ya les hablé yo, ahora abran sus oídos que les va a hablar su espejo”. Inmediatamente comenzaron a sonar las notas del tema que le da nombre al más reciente disco del Cuarteto “Habla Tu Espejo”.

Así Soy Yo’ y ‘Cuando Sea Grande’, siguieron con esa línea de letras reflexivas y autobiográficas, mientras que ‘Como Pasa el Tiempo’ fue la pista donde Santiago Marrero demostró su gran talento al tocar el teclado, con un solo exacto y encantador.

Un escritorio y una silla aparecieron en el escenario, Roberto se sentó y comenzó a simular que escribía en una computadora, así fue como interpretó ‘Breve Descripción de mi Persona’, arrancando de nuevo los aplausos del público.

‘Lo malo de ser bueno’ fue la antesala del corte más rítmicamente uruguayo del nuevo álbum de la banda ‘Whisky en Uruguay’.

Las luces se apagaron, la banda abandonó el escenario y en breves segundos subió Roberto y Santiago para realizar una emotiva y hermosa versión a piano y voz de ‘21 de Septiembre’, el gran tema de corazones rotos del Cuarteto de Nos, hipnotizando a El Plaza y llevándolo a un instante de tranquilidad y melancolía.

El resto de los integrantes volvieron al escenario y rompieron el extraño trance que se había causado al traer de nuevo la alegría e irreverencia con ‘Algo Mejor Que Hacer’.

No llora’ fue uno de los temas más coreados de la noche y entre el público se pudo observar a una pequeña niña, de unos 6 o 7 años quizá, cargada en hombros y con una expresión de felicidad extrema.

Por última vez en la noche Tavella tomó el micrófono para cantar ‘Pobre Papá’ y lo devolvió a Roberto Musso quien dejo sorprendido a todos con una interpretación visceral, poderosa y catártica de ‘Roberto’, concluyendo con él arrodillado en el escenario y con las manos en la cabeza.

Después de este gran momento llegaría lo mejor de la noche.

Con las primeras notas de ‘Miguel Gritar’ los fanáticos más apasionados de la banda llenaron el foro de gritos y saltos, llevando la velada a un punto explosivo que continuó creciendo cuando inesperadamente comenzó a sonar la canción más querida del cuarteto en México, ‘Yendo a la Casa de Damian’, convirtiendo a El Plaza en una locura absoluta.

Las luces se apagaron de nuevo y la banda abandonó el escenario, sólo para volver segundos después y comenzar la despedida, empezando con unas palabras de Roberto.

“Queremos agradecerles esta noche, valió la pena regresar con ustedes nos hacen sentir como en casa. Gracias por la buena onda, como siempre”

La noche culminó con una versión tranquila de ‘Me Amo’, los poderosos riffs de ‘Buen día Benito’ y la irreverencia de ‘Invierno del 92’, donde las luces estroboscópicas crearon un espectáculo visual y auditivo, excelente forma de despedir a la banda uruguaya.

A pesar de no haber logrado el lleno, los asistentes al show de El Cuarteto de Nos eran auténticos fanáticos, siempre bailando, siempre saltando, siempre cantando, fue un público excepcional que en conjunto con un cuarteto que se entregó por completo desde la primera hasta la última nota, con una presencia potente y ese humor irreverente tanto en sus letras como en su interpretación, crearon una de las noches más memorables del 2015.