Hay colaboraciones que simplemente funcionan. Otras, como la de Rick Owens y Converse, incendian el canon. Desde que DRKSHDW, la línea más cruda y conceptual del diseñador estadounidense, se unió al linaje de la clásica Converse Weapon, el resultado ha sido un desfile de siluetas que no piden permiso: irrumpen, distorsionan y transforman.
El nuevo lanzamiento —TURBOWPN Ox— no es la excepción, sino la declaración más reciente de una alianza que ha hecho del calzado un manifiesto estético. Esta vez, Owens toma la Converse Weapon original y la somete a una cirugía audaz: la achata hasta convertirla en un modelo de corte bajo, pero le infla la estructura hasta los límites de lo funcional y lo escultórico. No es solo un tenis; es una postura.
Como en toda su obra, Rick Owens no busca agradar, sino provocar. La lengüeta se alarga como si intentara escapar del cuerpo del calzado, la mediasuela CX de gran volumen actúa como plataforma y armadura a la vez, mientras que los acabados en Black y Oyster —una gama sobria y espectral— recuerdan que en la neutralidad también hay agresión. El logo DRKSHDW y el talón moldeado completan un diseño que conjuga distopía, lujo y rebeldía con el rigor de un arquitecto del caos.
Este par, con un precio de $4,699.00 MXN, no está pensado para quien busca pasar desapercibido. Disponible desde el 29 de abril en converse.com.mx, Converse Flagship Satélite y Santa Fe, el TURBOWPN Ox es para quienes entienden que en los detalles más radicales se esconde la verdadera comodidad: esa que no se mide en centímetros, sino en actitud.
Rick Owens lo vuelve a hacer. No se trata solo de reinventar una silueta, sino de proponer otra forma de habitar el cuerpo, el espacio… y la calle.