La música es algo demasiado poderoso. No hace falta que uno sea exquisito conocedor de su historia, metamorfosis y diferentes vertientes. Nada de eso. Su mayor virtud es la de fungir como un canal de comunicación, ya sea por la melodía instrumental o los versos que encima de ella se pueden escuchar. La música es un instrumento de emociones, de sentimientos y de impulsos en primera instancia. Por ello es que nadie se puede resistir al escuchar una canción llena de tristeza, ni tampoco a otra llena de alegría. Por ello es que uno no puede dejar de asombrarse al escuchar una armonía extraña, ni puede dejar de desilusionarse cuando ésta no provoca nada más. La música es un instrumento que maneja a cualquier persona que entre en contacto con ella. De arriba hacia abajo en una sola canción.

Y por eso mismo hay que celebrar cuando la música trae consigo un conjunto de factores que, irremediablemente, decantan en el goce de quien las escucha. En un goce que se nota de inmediato, uno que provoca sin tardanza que el cuerpo responda a la melodía y el cerebro a sus versos de una manera conjunta. Cuando esas dos partes se interactúan de forma perfecta se crea el escenario perfecto para pulir la pista de baile. Cuando la canción y su discurso son específicamente hechos para eso, no hay quien se resista a los impulsos del cuerpo, al poder de la música. No hay quien se resista al poder de la música para bailar.

Y eso puede suceder en distintos géneros o presentaciones de la música. No importa de dónde venga, ni quién sea el responsable de su existencia, ni mucho menos a qué otra cosa se parezca o a qué no se parezca. Lo verdaderamente importante es que esa música tenga contacto con un escucha para hacerlo mover el cuerpo, para hacerlo tener ganas de sudar y contagiar ese sentimiento con otros. Esa es la verdadera esencia de la música para bailar. No existe una guía para ella porque aparece cuando el escucha lo sienta, no cuando ella se lo proponga. La música para bailar, afortunadamente, aparece con mucha más frecuencia de lo que se pudiera imaginar.

Aquí hay una lista, pequeña, sin afán de comenzar una guía. Se trata de un conjunto de canciones que, más bien, provocan en el que escribe todo eso que se mencionó allá arriba y que está hecha a botepronto. Hay mucha cosa. Hay cumbia, reggaetón y tribal, porque son los efectivos para que el sudor corra. Al final del día los géneros salen sobrando, porque el cuerpo responde igual a todos. Todos se mueven igual, aunque todavía no lo terminen de creer.

 

Los Wendys- Cumbia Nacar

 

Los Hijos del Sol- Linda Muñequita

 

Los Destellos- La Cumbia Del Japonés

 

Juaneco y Su Combo- Vacilando Con Ayahuasca

 

Buenavista Social Club- Candela

http://youtu.be/0DE3CTcGqCs

 

Dj Tetris- Angelikal!

 

Erick Rincón & Siete Catorce- Espectro

http://youtu.be/wb_-qaBXWhs

 

Puti Puerca By Jamsha Ft Guelo Star Prod.Dj Bekman

 

J Balvin & Farruko- 6 Am

 

Pxxr Gvng: La Mafia Del Amor- Maldades