“La Historia siempre la escriben los vencedores y en la reescritura de nuestra propia historia uno siempre quiere ser héroe y estrella. Recordar no es vivir, es mentir.”

Horacio Espinosa, Hacer Política.

Por Ricardo Pineda

Se dice con frecuencia (más de la que uno imagina), que una de las principales adolescencias sociales y culturales del país es la ausencia de memoria, la parcialidad de los registros oficiales y la disolución paulatina de su verdadera historia. Quizá sea momento de precisar que la historia nos ha enseñado, entre otras cosas, que los errores se cometen dos veces o más pese a conocer la versión completa y que no hay una memoria enteramente fiel, que toda óptica carece de precisión y que la subjetividad y editorialización es inevitable.

Esos errores, imprecisiones y ausencias de unas ganas casi enfermizas por el “apego a la verdad” de muchos archivistas o compiladores, son los que suelen ser más certeros y que al final del día dan al traste con un enriquecimiento o conocimiento de aquello que se está registrando. Los artistas Diego e Israel Martínez están conscientes de dichas inconsistencias y se avientan vía Suplex (división de Abolipop Records), una recopilación monstruo sobre la escena hardcore-punk tapatía de finales de los ochenta hasta mediados de los noventa, gestando un documento sustancioso e imprescindible por donde se le vea.

Nada Volverá a ser Igual, Registro de la escena hardcore-punk tapatía hasta mediados de los noventa. Compilación 1988-1995 es el resultado de años de trabajo, en el que los hermanos Martínez seleccionaron material de archivo realmente valioso no sólo para el tema que concierne la obra en sí, sino para el género a nivel nacional, mundial e incluso como testimonio de la ruptura cultural que implicó para Guadalajara, ciudad que históricamente ha estado revestida por el halo del conservadurismo, los cánones religiosos (católicos, primordialmente) y el discurso oficial de “lo mexicano” (cualquier cantidad de tequila, caballo y sombrero que eso signifique).

Antropología sonora. En las notas interiores de la compilación, compuesta por 50 cortes en dos discos digitales de descarga gratuita a través de la página oficial de Suplex (suplex.com.mx), Israel Martínez nos cuenta el origen del material sonoro que (afortunadamente) no brilla por su calidad sonora, pero sí por su calidez y riqueza: “Esta compilación reúne material, principalmente de mi colección, que resistió al paso del tiempo: casetes, vinilos, un par de CD’s y la extracción de audio de algunos videos.

“Estas grabaciones fueron adquiridas “en su tiempo”, no soy un coleccionista-nostálgico que ahora se desviva por el pasado y que absorba los altos costos que está representando en el “mercado”, sólo algunas fueron digitalizadas en años recientes para generar un archivo que aún no sabemos qué dirección tome, seguramente su difusión o acceso público y sin costo, como esta compilación. Es un proyecto a largo plazo junto con Germán Hernández y Jesús Zamora”.

Para los enterados en el tema, no es novedad que el punk de Guadalajara tuvo variaciones notables sobre lo que se hacía y se sigue haciendo en el DF, y que ese contexto de relativa inocencia provinciana decantó además en una escena que a la distancia hoy se ve como más congruente en su discurso, un tanto más clara, menos conflictiva y gregaria que en la escena capitalina, la cual si bien aún sigue viva, hoy se encuentra dispersa entre divisiones y purismos, así como en un estancamiento que la ha vuelto poco contundente. Enfoques, errores y subjetividades aparte.

Bandas esenciales para el punk mexicano como Sedición, Garigoles o Atheos comparten una línea imprecisa, aunque sí bien nutrida, documentada y contundente, curada en Nada Volverá a ser Igual…, al lado de otros grupos como Sin Razón Zoocial, Mi$eria, Nosotros, La Baska, Sociedad Secreta, Diluidos en el Sistema, entre otros, que se presentan en esta compilación de carácter de registro, sin atender a la lógica tradicionalista de “lo mejor de…”, o cualquier otro criterio estético o comercial.

A esta selección la acompañan tres textos sobre la obra y el tema, galería, créditos y notas específicas, que hacen de Nada Volverá a ser Igual… una compilación honesta, rica, fidedigna y con un sentido compilatorio serio y profesional, una obra esencial e imprescindible para todo el público, propio y extraño que está en búsqueda de esa memoria no escrita, de esa historia imprecisa que tal vez, sólo tal vez, le dirá mejor quién es y por qué está aquí. Todo un acierto.