Por Chip Castillo | Fotos cortesía: OCESA
A Osvaldo.
Apenas es mayo y la presentación de Wolfmother ya se perfila para uno de los mejores conciertos de 2014, y es que los australianos no repararon en dar todo sobre el escenario. A pesar de la inclemente lluvia y de que un servidor llego empapado al concierto, los ánimos estaban a todo. Entrando al recinto me encuentro con una de las mejores sorpresas: Kadavar… trato de acercarme al escenario y veo a tres tíos con melenas rubias y larguísimas, su guitarrista y vocalista, que se parece un chingo a Opie de Sons of Anarchy, derrochaba estilo, puros riffs pesadotes y su voz toda pacheca. Kadavar suena mucho a las mejores épocas de Fu Manchu y por momentos me recordaba a Kyuss. En este punto no sabía si eran las drogas, el whisky o mis analgésicos pero sentía que Kadavar se podría llevar la noche. En conclusión con el telonero, rock bien chingon, setentero, stoner, de hombres barbudos.
En lo que salía Wolfmother aproveché para ir a comprar mi disco y pedir más whisky, pero ¡ohhh sorpresa!, en menos de 5 minutos la banda ya estaba arriba, no me quedó de otra que apurarme para asegurar un buen lugar. ‘Dimension’ fue la primera rola y todo el José Cuervo explotó, el bajo sonaba bonito, la guitarra medio bajita y la voz casi imperceptible por la euforia de la gente. Andrew Stockdale incitaba a gritar más, en este punto me encontraba con unos gorditos heavy metal, que me decían –ahhh ira, se parece al Ozzy Osbourne o al vocalista de los hives- y si, durante el concierto percibí un aire de Ozzy en el frontman de Wolfmother. La tercera rola fue ‘Woman’ en donde a la mitad se aventaron un solo de teclado que por la vestimenta del bajista, me imaginé que estaba viendo a Hawkind, así de cabrón sonaba.
Llego el momento de presentar “New Crown” y la canción elegida fue ‘I Ain’t Got No’, el público como que aún no recibía muy bien los temas del nuevo disco, o tal vez porque el inicio fue avasallador. Unas rolas más y llego ‘Apple Tree’ de mis favoritas del primer disco, una vez más Stockdale demostrando que él es la mamá de los lobos.
A la mitad del concierto, Andrew, haciendo las plácemes para las niñas, se quitó la camiseta y la guitarra, para bajar a cantar la canción más punk que tienen en su repertorio: ‘Feelings’. El setlist fue muy parejo, parecía que se iba a ir cargado hacia el reciente álbum, pero no, hubo de los tres discos.
Los gritos continuaban, el público no dejaba de brincar, y celebrar cada solo que hacían, ya fuera de teclado o guitarra. También hubo cambios de playeras y muestras de aprecio de Stockdale al darle cerveza a los fans que se encontraban hasta adelante.
Al final una versión muy ruidosa de ‘Colossal’ marcó la despedida para el grupo australiano, pero el público mexicano fiel a la tradición de –otra, otra- hizo que la banda regresara y nos recetaran ‘Joker & the Thief’, cuando el riff de inicio sonó toda la gente corrió de regreso, pues muchos ya empezaban a salir, incluso un godinez se quitó su corbata y gritó -A huevoooo-. Así fue el fin de la presentación, Wolfmother ya no tenía nada más que ofrecer y nosotros no teníamos nada más que pedir. Estaba satisfecho, además fue como un 2 X 1, Kadavar es una bandotototota y Wolfmother es como Bic, no sabe fallar.