Hay algo profundamente humano en la contradicción de querer moverse mientras el corazón pesa. Peces Raros, con su electrónica sensible y su pulso de rock nocturno, parece haber entendido esta paradoja mejor que nadie.
No hacen música para las multitudes eufóricas, sino para esos cuerpos que bailan con la cabeza gacha, para quienes encuentran en la pista de baile un refugio momentáneo contra la tormenta interior.
Cada compás que programan, cada sintetizador que asciende o se distorsiona, lleva una marca de nostalgia.
En sus canciones, el beat no golpea: abraza. Los bajos vibran en el estómago, pero es en la voz -quebrada, medida, casi susurrada- donde realmente ocurre la catarsis. Como si al bailar lo que hiciéramos no fuera celebrar, sino sobrevivir.
No es casual que sus melodías, aun vestidas de tecnología, parezcan tener ecos de tiempos pasados. Hay un anhelo latente, una búsqueda de algo que ya se fue o que nunca llegó.
Y sin embargo, el cuerpo obedece. Aunque las letras hablen de fracturas y fantasmas, aunque la instrumentación invite a la introspección más que al desenfreno, el ritmo siempre nos arrastra. Nos hace danzar sobre las ruinas de nuestras propias ilusiones.
Peces Raros ha logrado construir un sonido que no pide permiso para entristecerse. En sus álbumes, especialmente en Dogma y Anestesia, los beats electrónicos y las guitarras fantasmales dialogan como si fueran dos amigos que, aun sabiendo que todo está mal, se niegan a quedarse quietos.
Porque quizás eso sea la melancolía: el arte de seguir moviéndose, aun cuando el alma quisiera detenerse.
Y en esa danza triste pero luminosa, Peces Raros no solo encontró su voz. Encontró también la nuestra.
Peces Raros en estarán de regreso en Ciudad de México
El pulso hipnótico del electrorock argentino se alista para retumbar en la Ciudad de México. Peces Raros, una de las bandas más potentes y futuristas del panorama latinoamericano actual, regresa a territorio mexicano para ofrecer un show en solitario que promete ser una experiencia sensorial de otro planeta. La cita es el próximo 2 de mayo en el Lunario del Auditorio Nacional con motivo del lanzamiento de Artificial, su quinto disco de estudio.