Hay dolores que solo se curan cantando. Hay heridas que no sanan con el tiempo, sino con una guitarra desafinada, una voz rasposa y un coro que se grita como último recurso. Seguimos Perdiendo, banda esencial del punk mexicano, lo ha entendido desde el día uno: En su crudeza y sinceridad, muchas de sus rolas se han convertido en himnos para quienes han amado mal, han sido dejados, traicionados o simplemente se quedaron esperando una señal que nunca llegó
Desde los noventa, esta banda ha construido una carrera sin trucos ni concesiones. Nunca necesitaron del aplauso fácil ni de la validación de las modas. Su punk es crudo, directo, visceral. Este 5 de julio en el Foro Indie Rocks!, no solo celebran tres décadas de música: celebran 30 años de aguantar, de gritar cuando duele, de decir lo que otros callan. Consigue tus boletos a través de Fever.
Aquí va un top 7 de las canciones de Seguimos Perdiendo ideales para cantar con el corazón roto.
1. Te Fuiste
Una canción que sabe exactamente cómo se siente el vacío. Te Fuiste es ese primer trago amargo después de que alguien se va sin dar explicaciones. La voz rasposa y la base rítmica simple pero contundente hacen que cada palabra se clave como aguja. Es ideal para esos días donde no sabes si llorar o romper algo.
2. No Te Vayas
Grabada en vivo, esta versión suda sinceridad por cada poro. La súplica que encierra esta canción no es por lástima: es por amor desesperado, ese que aún cree que algo se puede salvar cuando todo se desmorona. Escucharla es como presenciar a alguien gritar su último intento… y saber que ya es tarde.
3. Todos Los Días y a Cada Rato
Este tema retrata la espiral mental en la que caemos después de una ruptura: cuando la otra persona ya se fue, pero sigue viviendo en tus rutinas. Es simple, directa y dolorosamente honesta. Aquí no hay dramatismo forzado: solo una confesión triste, repetida como mantra en la cabeza de alguien que aún no supera.
4. Me Cansé
Pocas canciones logran capturar con tanta claridad el momento exacto en el que uno se rinde emocionalmente. Me Cansé es esa canción que suena cuando el cansancio emocional supera al amor. Es la ruptura interior, esa que no hace ruido hacia afuera, pero que dentro deja todo en ruinas. La perfecta banda sonora de un cierre definitivo.
5. Olvídala
Una canción que se convierte en duelo. Olvídala no es un consejo, es una súplica que uno se hace a sí mismo cuando el recuerdo de alguien pesa más que la lógica. Es intensa, amarga y perfectamente honesta. Es la voz de todos los que se quedaron con una historia inconclusa y ninguna forma de soltarla fácilmente.
Seguimos Perdiendo nos ha enseñado que el dolor también se canta. Que se vale romperse, que se vale extrañar, que se vale no estar bien. Pero también que hay fuerza en la vulnerabilidad, y que cantar esas letras con otros igual de rotos, puede ser el primer paso para sanar.
Así que la próxima vez que te rompan el corazón —o si aún estás juntando los pedazos— pon cualquiera de estas rolas, súbele al volumen y cántalas hasta quedarte sin voz. Porque si vamos a seguir perdiendo… que sea con dignidad, con punk y con el alma abierta.