La noche de ayer se llevó a cabo uno de los concierto más esperados de la segunda mitad del año, tras la expectativa creada entorno a Arcade Fire, una banda de las gigantes dentro del mainstream y fuera de el, anunció fechas en el Auditorio Nacional, un venue diferente al que nos tienen acostumbrados. Muchos esperaban un Palacio de los Deportes, pero si somos sinceros, la acústica del Auditorio se soñaba perfecta para la potencia multi instrumental de los canadienses.
Le fecha pactada por fin llegó y acudimos al recinto de Reforma. Los que llegaron temprano para comprar los respectivos souvenires, pudieron tal vez ver a algunos de los integrantes de Arcade Fire deambular entre los puestos como cualquier mortal, e incluso tomarse la selfie para las redes.
Bomba Estereo se encargó de calentar la noche durante alrededor de media hora, soltando sus sencillos y haciendo bailar a uno que otro. Muchos más aprovecharon el tiempo para comprar cervezas y entrar en calor para el plato fuerte.
Una bola disco colgada arriba del escenario iluminaba el Auditorio Nacional mientras un presentador anunciaba una lucha a dos de tres caídas sin límite de tiempo. Win Butler y compañía saltaban al “ring” pasando entre sus fans en la plancha improvisada del venue, como si de una pelea de box se tratara.
“Everything Now” fue la elegida para comenzar la fiesta, seguida de “Signs of Life” y “Here Comes The Night Time“, tres buenos trancazos para atolondrar al rival y no darle chance de recuperarse.
“Un dolar de cada boleto de este concierto, será donado a los afectados del sismo”, Anunció Win Butler.
Ver a Arcade Fire es todo un manjar, Win Butler cumple bien su papel como frontman interactuando con su público, Régine Chassagne demostrando el poderío en su interpretación vocal, bailando sola como si no le importara nada, a veces un poco ajena a sus admiradores pero sin llegar a ser insolente; Will y Richard jugar y aventarse como adolescentes y todo esto sin bajar las revoluciones jamás. “Haiti” y “No Cars Go” de lo más coreado en la noche y “Ocean Of Noise” acompañada con mariachi, genialidad.
“Reflektor” convirtió el Auditorio en una pista de baile gigante y fungia como primer anuncio de que el final estaba cerca. “Rebellion (Lies)” y “Creature Comfort” sonaron potentes antes del encore.
Para despedirse, la banda regresó a interpretar “Put Your Money on Me” y “We Don’t Deserve Love“. Pero eso no fue todo, ya que no podía faltar la clásica “Wake Up” y todo el mundo ahí presente lo sabía, por lo que nos la recetaron con todo y preludio de “Everything Now (Continued)“.
Así termino la primera fecha de Arcade Fire en el Auditorio Nacional, con un sonido impecable, muchos gritos, selfies, euforia y caras felices. Una banda que tiene infinita potencia auditiva y un trabajo multi instrumental que da gusto escuchar en vivo, todo esto acompañado de un setlist que no se dejó nada en el tintero, bonito, preciso y mamalón.
Fotogalería Arcade Fire en Auditorio Nacional México 2017
Fotos cortesía: Cesar Vicuña / OCESA
