Escrita por Nayeli Lima.
La balada de la isla es una comedia de drama musical con la intención de reunir a dos grandes figuras de la música: McGwyer y Mortimer. Este dúo, que en el pasado tuvo un estilo muy particular, vuelve a unirse gracias a un excéntrico millonario que ganó la lotería y decide organizar un evento íntimo y personal. Con una suma considerable, logra convencer a Herb McGwyer (interpretado por Tom Basden) y a Nell Mortimer (interpretada por Carey Mulligan) para reencontrarse.
Desde el inicio la película plantea el encuentro de dos personas que no se han visto en años, mientras evidencia que la chispa creativa y emotiva de un pasado que alguna vez existió aún persiste. A través de la interacción de los hombres estelares, se va describiendo cómo cada uno de ellos vive en un pasado del cual no han podido trascender, a pesar de que en la actualidad su realidad económica es favorable y privilegiada. Mientras tanto Nell, vive plenamente en el presente, con una pareja estable, con un negocio distinto que refleja su deseo por construir un futuro auténtico, desde lo personal y lo creativo.
Herb es el punto de partida para explorar el tono dramático del film. Aunque sigue en la industria musical y aparentemente le va muy bien, se muestra a sí mismo disociado del hombre que alguna vez fue. Su carácter malhumorado deja entrever una profunda insatisfacción, y su entorno, lleno de superficialidades, lo alejan de disfrutar cosas simples pero significativas: un atardecer, una isla verde, un lugar totalmente inhabilitado, en donde pocas cosas ocurren y el trato, los modos y las formas de aquellos que conviven en este lugar es muy peculiar.
La historia es narrada desde la mirada omnipresente de Charles, el fan más grande del dúo, y también el millonario que organizó este encuentro. Charles, quien vivió momentos entrañables con su pareja al ritmo de la música de aquel dueto McGwyer y Mortimer parece buscar revivir esa felicidad perdida. Aunque sigue conservando su fortuna, su vida ha perdido sentido sin su amada. Al pasar los días es evidente como se aferra al pasado mientras repite hábitos de su antigua profesión como enfermero, buscando confortar, cuidar y sanar a otros.
La trama da giros pequeños manteniendo al público curioso sobre cómo terminará este reencuentro. También es posible ver cómo a lo largo del film, se van mostrando gestos de nobleza entre los personajes y se concluye con la realidad de estos dos hombres atrapados, en un ciclo del que finalmente podrán salir. Cada uno a su manera, da un paso hacia adelante, disfrutando y reformulándo quiénes son y cómo quieren vivir, con un nuevo nivel de conciencia.
Es una historia cómica, romántica, fácil de digerir, con una química notable entre los 3 protagonistas, especialmente en los dos hombres. Es interesante ver cómo se van revelando las personalidades: adorables en algunos momentos, terribles o incluso maquiavélicos, pero siempre de forma natural y creíble.
Carey Mulligan, como Nell, ofrece una interpretación adorable. Su personaje es quien, con sensibilidad y claridad, nos recuerda que el pasado puede ser una inspiración, pero no necesariamente un lugar para quedarse. A veces, es mejor seguir adelante, abrazar lo propio y construir desde el presente.
Una cinta amigable, ligera y perfecta para pasar un buen rato, disfrutando de tomas aéreas, melodías a dúo con guitarra, y de resultado de este encuentro inesperado para Herb, una nueva canción, ‘La balada de la isla’. La cual es posible disfrutar al final de la película durante los créditos.
Le agradecemos mucho de nuevo a nuestros amigos de Cine Caníbal por la invitación. No se pueden perder La Balada de la Isla este 8 de mayo sólo en cines.
