Por: Héctor Hernández

«Je vais essayer de rejoindre Rimbaud, je veux l’approcher… Un jour je le retrouverai, quelque part en Abyssinie, où il faisait le trafic des armes et de l’or…»

«Voy a intentar unirme a Rimbaud, quiero acercarme… un día nos reencontraremos, en algún lugar de Abyssinie, donde traficaba armas y oro…»

Serge Gainsbourg

Serge Gainsbourg era un vicioso de la sensualidad y un adicto a la poesía. Su “alquimia del verbo”, como él la llamaba, mezclaba elementos que sus predecesores le habían heredado. De Musset y de Nerval.

Arvers y Victor Hugo. Baudelaire y Rimbaud. La oscuridad de Poe, con un poco del vértigo y trepidación de Huysmans y Apollinaire.

Parafraseaba a Verlaine y hacía suyos himnos del recién fallecido Charles Aznavour. Incursionó en la pintura, el cine, la literatura y la música; pero siempre con esa culpa de no estar haciendo nada más que “arte menor”. Su ambición era llegar a la altura de Rimbaud y, en su intento, hizo de la canción poesía.

Sexual Personae of Pop: Serge Gainsbourg

 “L’amour n’est pas seulement un sentiment, il est un art aussi.”

─Honoré De Balzac

En el Romanticismo de Paglia, la imaginación romántica atraviesa todo límite. En esta etapa, se continua, desde su perspectiva, el forjamiento y perfeccionamiento del ojo artístico occidental. Sin embargo, a diferencia de otras épocas, este es un proceso objectificación y fijación.

Siguiendo la filosofía plasmada en los trabajos del Marqués de Sade y Samuel Coleridge, los representantes de esta época del romanticismo conciben a la naturaleza como excesiva, feroz y cruel.

Buscan y encuentran en el arte, ese refugio que les es negado en el mundo natural. Al existir esta sustitución, el object d’art es fetichizado con dureza y frialdad, de un modo casi artificial. La adoración profesada hacia la musa inspiradora está “empapada en sexo, pero como pensamiento, no como una acción”.

Este período del arte, Paglia lo describe como un “culto al sexo y a la belleza”, de la que se desprenden dos vertientes. La primera representada por Honore de Balzac y la segunda por Gautier, Baudelaire y Huysmans, con Francia, “cuna de la sofisticación cínica”, como su escenario principal.

Ya hemos ilustrado diferentes tipos de personajes de sexualidad doble. Balzac no es la excepción. Es perverso y oculto, algo que Paglia relaciona con Goethe. Balzac retrata la perfección hermafrodita en Sarrasine. A diferencia de las figuras de Bowie y Prince (androginia creadora), Madonna (androginia esteta), Balzac, en su obra Sarrasine, esta figura ambigua refleja la inacción.

En la dualidad de Balzac no hay privilegios para la virilidad. Sarrasine es un escultor que se enamora de Zambinella, un castrato que intercambia su virilidad por el don del canto. Este recién transformado eunuco se convierte fuente de inspiración de amor y lujuria, “un producto de la biología manipulado por el arte”.

Esta pérdida, que simboliza su incapacidad de acción, crea cierto resentimiento en el personaje de Zambinella, por lo que termina humillando a Sarrasine al revelar públicamente que es un castrato. Este momento, en el que la naturaleza imperfecta de la “mujer de ensueño” es revelada, nace un deseo de venganza.

Sin embargo, la vida de Sarrasine acabará antes de que pueda asesinar a Zambinella. Esta tragedia, según Paglia, aleja a Balzac del Renacimiento. Esta demonización de la naturaleza borra a Rousseau del Romanticismo y marca el inicio de la Decadencia donde el “esteticismo y la contemplación pasiva aíslan aquellas cosas hermosas del demoníaco mundo natural”.

Esta contemplación pasiva es muy similar al trabajo de Charles Baudelaire, donde el sexo es limitante.

Para Paglia, el trabajo de Baudelaire tiene ese aire arrogante e inexpresivo de la época. Les Fleurs du Mal (1857), su trabajo más conocido, fue dedicado a su maestro Théophile Gautier. Aquí, el autor retrata el deseo, normalmente un estímulo para la acción masculina, como un disuasivo. La transformación del observador en piedra.

Es Medusa petrificando a Perseo. Para Baudelaire, las mujeres ─rígidas y asociales─ son poseedoras de una naturaleza vampírica y una geografía curvilínea, una figura precursora de la femme fatale. Sin embargo, Baudelaire no es partidario ni de la benevolencia de la naturaleza retratada por Rousseau, ni  de la vitalidad del Marqués de Sade. Baudelaire se asemeja más a la visión de Edgar Allan Poe, en este aspecto. La naturaleza es hostil, pero sublime.

El personaje, en este caso el propio autor, se convierte en la víctima de las inclemencias y desórdenes de la naturaleza, lo que convierte a Baudelaire en uno de los primeros poetas de la enfermedad no solamente física, sino también mental. Gainsbourg tenía algo de Balzac y de Baudelaire, creo que lo mejor que puedo hacer es traducir mis frases favoritas de las canciones incluidas en el playlist Sexual Personae:

Gainsbourg rindió homenaje a uno de los grandes de la canción francesa, Charles Aznavour, quien partiera el primero de octubre de este año. “Parce que” se incluyó originalmente en el segundo álbum de Charles Aznavour, Le Feutre Taupé.

 

Parce que j’ai trop d’amour

Tu viens voler mes nuits du fond de mon sommeil

Et fais pleurer mes jours

Porque te amo demasiado

Vienes a robar mis noches de sueño profundo

Y haces llorar mis días

 

Alfred de Musset fue un poeta y dramaturgo francés, fallecido a los 46 años. Una de sus más famosas sagas poéticas es una colección de poemas atormentados que incluyeLa Nuit d’Octobre, grabada por Gainsbourg en 1959 para su segundo álbum.

 

C’est ta voix, c’est ton sourire, c’est ton regard corrupteur

Qui m’ont appris à maudire jusqu’au semblant du bonheur

Es tu voz, es tu sonrisa, es tu mirada corruptora

Que me ha enseñado a maldecir y hasta fingir felicidad

 

Sexual Personae of Pop: Serge Gainsbourg

Gérard Labrunie, considerado uno de los más románticos poetas franceses, trabajaba bajo el pseudónimo de Gérard de Nerval. Para su tercer disco, Gainsbourg tomó un fragmento de la obra Piquillo, le agregó saxofón, guitarra eléctrica y un beat distintivo de los cincuenta para crear “Le Rock de Nerval”.

 

Allons mon amoureuse

Puisque la nuit heureuse

Qui sert mes voeux hardis

Du balcon m’a fait maitre

Ouvre-moi ta fenêtre

Porte du paradis

Vamos, amada mía

Porque la noche encantada

Que cumple mis deseos más osados

Del balcón me ha hecho amo

Abre a mí tu ventana

Puerta del paraíso

 

Gainsbourg también tenía algo de Punk en él.  1 minuto y 53 segundos le son suficientes para desparramar pasión. Esta vez, toma osadamente el poema más famoso de Félix Arvers, Secret, y entrega una joya.

 

Pour elle, quoique Dieu l’ait faite douce et tendre,

Elle ira son chemin, distraite, et sans entendre

Ce murmure d’amour élevé sur ses pas

Por ella, aunque Dios la haya hecho dulce y tierna

Ella seguirá su camino, distraída y sin entender

Este murmullo de amor que se eleva sobre sus pasos.

 

Victor Hugo es otra de las grandes figuras de la literatura francesa. Su obra, Los Miserables, forma parte de la cultura general contemporánea. Gainsbourg no podía dejar de rendir tributo al autor de “Nuestra Señora de París”.

 

A moi la poussière

A moi l’araignée

Vous êtes bien belle

Et je suis bien laid

A mí el polvo

A mí las arañas

Tú eres muy bella

Yo soy muy horrible

 

Baudelaire aparece en varios puntos de la obra de Gainsbourg. En su cuarto disco, Baudelaire da melodía a La Serpente Qui Danse incluída enLes Fleurs du Mal”, el trabajo más popular del poeta francés, al que haría alusión en diferentes ocasiones durante su carrera.

 

Tes yeux où rien ne se révèle

De doux ni d’amer,

Sont deux bijoux froids où se mêlent

L’or avec le fer

Tus ojos, en los que no se revela

Nada dulce ni amargo,

Son dos joyas frías en las que se mezcla

El oro con el hierro.

 

Este es solo un fragmento del trabajo del francés y podría escribir una diserción sobre él. Gainsbourg no bromeaba cuando se identificaba como un alquimista de la palabra, la manera en la que jugaba con ellas para destruir viejos significados, cuestionar otros y crear tantos más lo separan del resto; juntó todas sus inquietudes artísticas con su cinismo, y mezcló música y poesía para seducirnos con su total adoración por la belleza y el sexo.