Enfrentar las sombras del envejecimiento y la pérdida llevó a Kevin Drew a un rincón reflexivo de su alma, dando vida a “Aging”, su tercer álbum en solitario. Este viaje musical, impregnado de melancolía, es más que un conjunto de baladas minimalistas; es un manifiesto íntimo sobre la lucha contra la enfermedad y la redefinición del amor en la mediana edad.
Las ocho composiciones, gestadas a lo largo de una década, surgen del doloroso telar de la muerte de amigos y el deterioro de la salud del artista. La portada, un diagnóstico médico crudo, es la entrada a un mundo donde las cicatrices narran la implacable marcha del tiempo. ¿Cómo responderías cuando la vida parece escaparse? Kevin eligió transformar su angustia en arte.
A diferencia de sus proyectos anteriores, este álbum abandona la exuberancia para sumergirse en la contemplación nocturna. “Lover’s Spit” y “Sweetest Kill” encuentran una nueva resonancia, fusionando la esencia romántica con la pesadumbre de la transformación personal. Este no es solo un álbum para el público; es un diálogo íntimo, a veces difícil distinguir si Drew canta para nosotros o para su propio reflejo.
La humildad de “Aging” radica en su desnudez emocional. Es un regalo personal que atraviesa las capas del propio dolor, concluyendo con un eco de esperanza: “Sé que te vas a sentir mejor, sé que volverás a ponerte de pie pronto.” En este delicado equilibrio entre vulnerabilidad y fortaleza, Kevin Drew te invita a un viaje introspectivo. No solo escuchas su música; te sumerges en su experiencia. No te pierdas el video de “Awful Lightning”, una reflexión visual sobre la vejez y el amor, dirigido por Rachel Mclean, Jordan Allan y Richard Briant.
