La década del 2010 a 2020 dejó un tesoro de álbumes esenciales que no sólo alcanzaron un asombroso éxito comercial, sino que también dejaron una huella indeleble en la cultura popular.
Estos impresionantes discos son la perfecta representación de creatividad musical y con ellos, sus autores demostraron ser artistas de inmenso talento.
Acompáñenos a ver estos álbumes que no sólo cautivaron los corazones de millones de personas, sino que también se consolidaron como piezas imprescindibles de la excelencia musical.
10 álbumes esenciales que hicieron y seguirán haciendo historia.
AM – Arctic Monkeys
“AM” llevó an Arctic Monkeys a una nueva estratosfera de proeza musical. Este álbum es una magnética mezcla de rock, que estableció un punto de referencia para muchas bandas del género. Con temas como “Do I Wanna Know?” y “R U Mine?”, los seductores ritmos del álbum y la sensual voz de Alex Turner capturó a la perfección la esencia de la banda, pero en un enfoque más comercial.
Titanic Rising – Weyes Blood
Un hermoso viaje a paisajes folk-pop de ensueño. Fusionando sonidos vintage y modernos, las encantadoras voces de Natalie Mering y sus letras introspectivas crean una atmósfera atemporal. Habla de temas como la crisis medioambiental, el impacto de la tecnología en la conexión humana y la búsqueda de sentido en un mundo caótico. “Andromeda” y “Movies” demuestran la capacidad de Mering para entrelazar melodías brillantes con historias conmovedoras. Este trabajo quizás sea el menos popular de la lista, pero se ganó su lugar en ella por sus paisajes sonoros y su exploración introspectiva de las emociones humanas.
1989 – Taylor Swift
Este trabajo de Taylor Swift fue un alejamiento de sus raíces country para adentrarse en el mundo del pop. La evolución de Swift como artista se puso de manifiesto en temas como “Shake It Off” y “Blank Space”, en los que demostró su maestría como compositora y su capacidad para atrapar al instante a sus escuchas. El disco no sólo se convirtió en un monstruo comercial, sino que también consolidó aún más el estatus de Taylor como icono cultural.
Lemonade – Beyoncé
Cuando Beyoncé lanzó “Lemonade” en 2016, el mundo de la música se estremeció. Más que un álbum, es una obra visual y emocional que explora temas como la infidelidad, el empoderamiento y la feminidad negra. La fusión de R&B, soul, rock y hip-hop brinda una diversidad sonora en sus temas. “Formation” y “Sorry” se convirtieron en himnos de resistencia y autoafirmación.
To Pimp A Butterfly – Kendrick Lamar
El tercer material discográfico del rapero Kendrick Lamar es una audaz obra maestra que trascendió los límites del hip-hop. Tocando temas profundos de raza, identidad y luchas sociales, ofreció una reflexión sobre la experiencia negra en Estados Unidos. Con sus letras poéticas, su intrincada producción y su fusión de jazz y funk, el álbum superó los límites artísticos. “Alright” y “King Kunta” se convirtieron en himnos de renombre.
Lonerism – Tame Impala
El disco que catapultó a Tame Impala a la vanguardia del rock psicodélico. El proyecto unipersonal de Kevin Parker combina sintetizadores arremolinados y letras alucinantes para crear un viaje sonoro de infinita psicodelia. Los sencillos “Feels Like We Only Go Backwards” y “Elephant” son los representantes de las dos caras de la moneda del álbum, cada uno transmitiendo emociones diferentes pero siguiendo una misma línea y manteniendo la esencia. Es sin duda el testimonio del ingenio y experiencia musical de Parker.
Blond – Frank Ocean
Una enigmática obra maestra que desafía cualquier categorización. La exploración desgarradora de Frank Ocean sobre la identidad, el amor y la vulnerabilidad resuena profundamente en cada corte. La producción minimalista del álbum, las texturas experimentales y la inquietante voz de Ocean crean un paisaje sonoro íntimo. Las canciones “Nikes” y “Self Control” muestran la capacidad del cantante para fusionar emoción y experimentación. Su profundo impacto en la música moderna, unido a su franqueza narrativa, hace que esté en esta lista.
A Seat At The Table – Solange
Hace 6 años Solange nos regaló un álbum profundamente personal y cargado de contenido político. A través de temas de R&B, soul y funk, la artista crea un espacio para la reflexión sobre la identidad negra, el empoderamiento y la resiliencia cultural. Los interludios del álbum y canciones como “Cranes in the Sky” ofrecen conmovedoras reflexiones sobre la curación y el autodescubrimiento. Con su fusión de letras introspectivas y producción innovadora, “A Seat at the Table” amplifica las voces marginadas y suscita conversaciones importantes en tiempos modernos.
Blackstar – David Bowie
El último álbum de David Bowie antes de su fallecimiento es la inquietante y hermosa despedida de quién es probablemente el artista más icónico de todos los tiempos. La exploración de Bowie sobre la mortalidad, la espiritualidad y la autorreflexión se entreteje en un intrincado tapiz de jazz, rock y sonidos experimentales. La canción que da título al disco, “Blackstar”, es una odisea de 10 minutos que te hace sentir diversas emociones a lo largo del recorrido. El álbum sirve como una conmovedora despedida pero también como una reflexión a cerca de la carrera legendaria del músico. “Blackstar” es un testimonio de la intrepidez artística y el espíritu innovador de Bowie, lo que lo convierte en una parte indeleble de las obras maestras de la década y en un adecuado capítulo final de su icónica e insuperable discografía.
My Beautiful Dark Twisted Fantasy – Kanye West
La obra que desafía géneros y redefine los límites del hip-hop. La exploración de Kanye West de la fama, la salud mental y las luchas personales se entreteje en esta producción intrincada, con arreglos orquestales, muestras conmovedoras y paisajes sonoros innovadores. Los temas “Runaway” y “Monster” son representaciones que reflejan el talento indiscutible de West. “My Beautiful Dark Twisted Fantasy” es una obra de arte que traspasa fronteras y combina la audacia artística con el impacto cultural, consolidando su estatus como uno de los álbumes más influyentes y duraderos de la década y quizás de la historia.
A medida que rebobinamos la cinta musical de la última década, estos álbumes se establecen como los mejores de la misma, tanto en calidad como en popularidad. Han grabado sus melodías en nuestros corazones y mentes, demostrando que la buena música puede ser tanto un lenguaje universal como un viaje personal.
Esperemos que la década actual sea tan buena como su antecesora.
