¿Qué edad tenían en el 2006? Quizá la mayoría al igual que un servidor rondábamos los 15 – 18 años, éramos descarados, desenfadados, locos y ese salvajismo en la sangre se reflejaba con la música que escuchábamos, guitarrazos rápidos, baterías emocionantes y líneas de bajo explosivas eran el sonido de nuestra pre adultez, un sonido que los Arctic Monkeys ilustraron a la perfección con su álbum debut.

Fuimos creciendo, la sangre dejó de hervir y perdió terreno ante la razón, poco a poco fuimos perdiendo la impulsividad, sin embargo nuestra “Favorite Worst Nightmare” conservaba aun esa explosión, pero de una manera más racional.

Seguimos en un constante cambio y llegó el momento decisivo, teníamos que elegir qué hacer el resto de nuestros días, era momento de encontrar nuestro camino, nuestro sonido. Quizá cometimos algún error o generamos confusión entre las personas cercanas a nosotros, pero debíamos, era el inicio de nuestro camino, nuestro “Humbug”.

Ya no había guitarras rápidas, ya no éramos descarados, cambiamos de gustos musicales y dejamos de comprar los mismos discos, tuvimos un dejo de nostalgia y volvimos a escuchar ese rock clásico, intentamos emularlo, lo vivimos de nuevo, todo de la mano de los Monos Árticos quienes desde el 2006 han crecido a nuestra par.

"AM", la noche en la que los Arctic Monkeys evolucionaron
Arctic Monkeys en 2013

AM de Arctic Monkeys fue quizás la manera más descarada de reinventarse, incluso si no a todo el mundo le gustaba este cambio

En ese entonces, ese 9 de septiembre de 2013, habían pasado 7 años y ya tenemos dibujado nuestro camino, trabajamos, estudiamos, nos trazamos metas y sabemos qué hacer el resto de nuestros días y también ellos…

Los Arctic Monkeys habían vuelto con “AM” un disco que sonaba diferente y a la vez conservaba la misma esencia, tenemos temas con guitarras fuertes como ‘R U Mine?’ y ‘I Want It All’, regresaron también las emotivas baladas, lo podemos notar cada vez que escuchamos ‘N°1 Party Anthem’ y ‘Mad Sounds’, temas que sin equivocación nos remiten a nuestros recuerdos y en el momento adecuado pueden causarnos un nudo en la garganta.

¿Qué encontramos en AM de Arctic Monkeys?

La batería de Matt Helders es una de los protagonistas del álbum (como siempre), pero no con golpes potentes y remates insanos, en la mayoría del disco las revoluciones son tranquilas y la batería aporta un gran y variado ritmo. Los coros se meten en la cabeza de inmediato, son pegajosos como en sus primeras dos producciones, aunque quizá existe un uso excesivo de falsetes de fondo, algo que te puede encantar o llegar a fastidiar.

Como su nombre lo dice “AM” es un disco ideal para escuchar en la noche, ya sea manejando solo o en la fiesta, ya que encontramos temas cadenciosos, incluso sexys, ideales para bailar muy cerca con alguien en la oscuridad.

Todos los elementos anteriores se conjuntan de la manera más madura posible, armonías, beats, letras, coros, riffs interesantes y altamente apreciables, una producción impecable donde cada nota parece estar en el lugar y tiempo correcto hacen que esta placa fuera digna de ser considerada un parte-aguas en la historia de los Monos Árticos.

“AM” es un álbum que al desde su inicio fue difícil de digerir por los fans más jóvenes, quizá puede llegar a parecer que se cae en algunas partes pero en verdad nunca lo hace, es un álbum que si se escucha de noche genera un efecto completamente diferente…

Estábamos frente al producto de 7 años de música, el último punto (hasta ese entonces) del crecimiento musical de los Arctic Monkeys, la creación de un sonido propio, maduro y más estructurado, simplemente, es evolución.

Ciertamente, después vino el Tranquility Base: Hotel & Casino, un material que vino a destruir de cierta manera lo que se creía de la banda de Sheffield, esos pensamientos de que con el AM, se volvían comerciales y desahuciaban al rock, pero eso es otra cosa (y una bastante subjetiva).

Cuando AM llegó al mercado, el mundo enloqueció. Si bien el material tenía toques oscuros, también conservaban ciertos elementos que caracterizaba a la agrupación y con los que se habían consagrado en el gusto del público.

Por: J. Ismael Canales