El Festival Vive Latino 2014 a sus 15 años es más maduro que cualquiera de sus asistentes. Es un ente que ha nacido con estrella, ha crecido, ha jugado, ha enfiestado sin conciencia, ha arriesgado y la ha cagado, se ha creído el más y otros lo han bajado de la nube de sentón (Corona Capital), ha tenido resaca y arrepentimiento, ha volteado la cara y ha sabido sacar la casta renovándose, y todo eso con tan sólo 15 inocentes años.