Debe ser realmente duro cuando pierdes a un amigo entrañable, uno de la infancia, con el que comenzaste un proyecto sin imaginar que en un futuro, se convertiría en una de las influencias más predominantes en la historia de la música. Así le ha sucedido hoy a Roger Taylor de Queen, de nueva cuenta.
Puede que cuando Freddie Mercury murió, el destino de la banda emblemática pareció incierto, pero la tenacidad de Brian May y el mismo Taylor fue el elemento suficiente para mantener el barco a flote.
Pero no fue lo mismo para John Deacon, aquél retraído bajista que llego a las filas de Queen por azares del destino. Este decidió alejarse de la música y de la fama, hasta los días actuales, claro que sin prescindir de su respectivo cheque. La muerte de Mercury lo destrozó tanto que no vio necesidad alguna de seguir siendo parte de Queen.
Bien, en realidad Deacon no fue el primer bajista del grupo. Antes de el, Mike Grose solía encargarse del instrumento. Era amigo suyo desde la escuela y estuvo en 3 de los primeros conciertos de Queen liderados por Mercury.
La banda estaba en busca de aquella estabilidad necesaria para hacer prosperar su destino musical y entonces, Mike salió de esta.
Puede que rompiera relación con Queen pero ese lazo siempre fue inquebrantable. Roger Taylor se ha despedido de el de esta manera. Han sido días sumamente duros para la música.