El otro día navegaba ocioso por internet (por “otro día” me refiero a hace algunos minutos, antes de comenzar a escribir esta columna semanal) cuando me encontré con el video de una de las canciones más sonadas en el 2011 y 2012, una joya musical diseñada para que esos recién abandonados dedicaran a la o el ex:

Al terminar el tema, el cual he de aceptar tararee, me puse a pensar en otro éxito de Gotye, me puse a analizar todas las canciones que sabía de él y llegué a la conclusión de que, al igual que el 99.9% de los que leen esto (porque siempre hay un fan que es el 00.1%), no conozco otro tema de Gotye más que este, requisito indispensable para que sea considerado un One Hit Wonder.

Los One Hit Wonders, o maravillas de un solo éxito, son esos intérpretes que llegan a la vida de la música a entretenernos un rato, con un tema que es pegajoso y que por alguna extraña razón no dejamos de cantar. La durabilidad de un One Hit depende en qué tan bueno sea el tema o que ten desolada esté la radio en ese momento, es una mezcla de factores.
Pero este efecto de amor intenso sólo dura unos meses, después el tema deja de ser tan nuevo y es reemplazado por otro, mientras que el artista es tragado por un agujero negro del cual intentarán salir con otras canciones que logren en mismo éxito, situación que muy rara vez sucede.

Sin embargo, parece que en los últimos años los medios masivos han ayudado a la creación de One Hit Wonders, en esa necesidad de tener un tema que levante ratings y traiga a escuchas cautivos perdidos en el universo radial buscando algo que sacie su sed auditiva.
Ejemplos pop bastan y sobran en las estaciones mainstream siempre encontramos canciones sueltas que son hitazos cantados por gente que nunca en la vida volveremos a escuchar, pero esta situación no es exclusiva del género mainstream, también se presenta en el rock/indie/alternativo.
El ejemplo que me viene primero a la cabeza es Foster The People con ‘Pumped Up Kids’, un tema que tarareaban igual los que escuchas de las dos cadenas de indie del país, que las niñas fresas que preferían las estaciones más poperas, y sí, sé que dirán que Foster no es un One Hit porque ya hasta tiene nuevo álbum y cosas así, pero créanme, nunca conseguirán un éxito así de nuevo.

Of Monsters And Men con ‘Little Talks’, Capital Cities con ‘Safe And Sound’, el horrible ‘Harlem Shake’ de Bauuer, actualmente ‘Come With Me Now’ de Kongos, son parte del gran universo de exitosos de un solo tema, universo integrado por pistas ya consideradas clásicas como ‘My Sharona’ de The Knack, ’99 Luftbaloons’ de Nena, ‘Lemon Tree’ de Fools Garden, ‘Tainted Love’ de Soft Cell y muchos más.

Vivimos en una época en la que la información viaja a velocidades descomunales, a veces no acabamos de procesar cierta información y ya tenemos una nueva, eso pasa con la música, las canciones parecen haber perdido su valor, para las radioestaciones estas pistas sólo sirven mientras generen algo, mientras el público las siga pidiendo. A veces el ciclo de un tema no ha terminado y en el radio ya suena el nuevo hit, no le dan tiempo al interprete de presentar otro tema porque su tiempo ya pasó.

Si a esto le agregamos la presencia de un grupo de personas al que me gusta llamar “fans de mecha corta”, esos que se prenden con cualquier canción que les guste por 30 segundos, magnificándola y diciendo que es el mejor tema que han escuchado en la vida (hasta que llega otro track y el ciclo se repite), no se espera un buen futuro para los nuevos intérpretes, debemos de ser cuidadosos y llevar los procesos, si una canción debut es asombrosa hay que dejarla crecer sola, no hay que venderla como lo mejor que ha pasado y pasará, eso termina quemando el cartucho auditivo, hay que procurar a los nuevos artistas y a las grandes canciones, no hay que crear más one hit wonders