Originario de Chilpancingo, Guerrero, Julián Lede mejor conocido como Silverio, es un músico y DJ que cuenta con más de diez años de carrera en la escena musical mexicana. Silverio arriba del escenario es un show garantizado de baile y descontrol, la mezcla de beats electrónicos que involucran sampleos, loops, mujeres, palabras altisonantes y el proceso invadir su locura musical con su peculiar sonido a todos a quienes lo ven haciendo su peculiar espectáculo.

Él también conocido como ¨Su Majestad Imperial¨, mote adjudicado por sus fanáticos, han realizado presentaciones triunfales en Europa y Estados Unidos, además de ofrecer algunos shows en museos y galerías. Es por ello que hoy reviviremos algunas de sus presentaciones más recordadas aprovechando que este 27 de junio se estará presentando en el Foro Puebla 186 y que ya andamos comiendo ansias.

Silverio: algunas de sus presentaciones más memorables

Las mejores presentaciones de Silverio, Su Majestad Imperial

Silverio

EDC México 2022

Silverio eligió para esta ocasión un traje brillante en color rojo para llenar el escenario con baile y música. Tampoco faltó su habitual lenguaje: “a menear el rabo”, “arre” y “con hue…” para motivar a sus fanáticos a disfrutar del show. Casi al final de su espectáculo de quitó los calzones y los aventó al público. Cerró su show desnudo y se metió a un baño portátil para salir del escenario.

Nrmal 2017 – La distorsión hecha carne

El Festival Nrmal, conocido por su curaduría fina y experimental, fue invadido por un ente descontrolado. Silverio no fue una pausa cómica en medio de tanto proyecto alternativo, fue un choque frontal con la carne viva del delirio. Apareció entre humo y luces rojas, en calzones, con una botella en la mano y un rostro que parecía sacado de una pesadilla tropical.

Durante su show, insultó al público, se burló de los músicos que lo precedieron, simuló actos sexuales con el micrófono y terminó bañado en sudor mientras gritaba “¡asquerosos!” como si bendijera a sus fieles. Aquella tarde, el Nrmal fue menos cool y más salvaje. Y nadie se atrevió a quejarse.

Foro Indie Rocks

Antes de dar la media noche, las mentadas de madre y algunos insultos ya reclamaban la salida del artista. Entre las más concurridas escuchamos “¡Culeeeroo!” “¡Órale, perro parado!” y con eso “Su Majestad Imperial” subió al escenario “El Baile del Diablo”“Perro” y “Tu casa” , fueron los temas en los que la intensidad de este show alcanzó su máximo punto ya que hasta una bota fungió como recipiente para beber cerveza, la cual se le dio a un fan. El show apto para toda la familia —como él mismo lo denomina— finalizó con “Batalla final”, tema que fue cumbre para que Lede terminara con ropa interior y todo sudado.

Pasagüero – El culto de lo indecente

Durante años, el Pasagüero fue más que un venue: era un laboratorio del caos. Y Silverio fue su alquimista más salvaje. Ahí, el emperador encontró su terreno perfecto para desatar rituales nocturnos donde lo grotesco se convertía en arte y lo indecente en himno.

En una de sus presentaciones más recordadas, apareció con una capa dorada y terminó completamente desnudo, bailando con el público entre luces estroboscópicas y carcajadas. En otra, se lanzó del escenario para armar un pogo deforme con los asistentes. Nadie salió limpio, y eso era lo mejor de todo.

Coordenada 2019 – Escandalizar a los fresas

Guadalajara recibió a Silverio con la misma mezcla de curiosidad y morbo con la que uno mira una pelea callejera. En medio de un cartel lleno de propuestas más “limpias”, Silverio subió al escenario lanzando condones al público y gritando obscenidades con una teatralidad que solo él puede sostener.

Entre temas como “Yepa Yepa Yepa” y “Perro”, se burló de la gente tapatía (“¡pinche gente fresa, cochambrosa!”), simuló una misa profana y terminó retando al público a despojarlo de su ropa. Lo que parecía un acto de comedia grotesca terminó en una catarsis colectiva. Para muchos, fue el show del festival.

Pal Norte 2022 – Viralidad en calzones

Uno pensaría que en un festival de la escala del Pal Norte, Silverio bajaría el tono. Pero no. Al contrario. Entre artistas internacionales y pop latino refinado, Silverio apareció como un exorcista del mal gusto. En vez de esconder su vulgaridad, la amplificó.

Usó un megáfono para insultar a los asistentes y gritó “¡Vine a empuercar este festival popero!” con un orgullo que hizo estallar las redes sociales. Terminó girando sobre sí mismo como un chamán en ácido mientras repetía: “¡Esto no es música, esto es una maldición!”. Clips del show se volvieron virales. Miles que no sabían quién era Silverio, de pronto lo estaban siguiendo. No por su música, sino por su existencia misma.

La glorieta de Insurgentes – Performance callejero para el caos

Pero ninguna presentación de Silverio es tan simbólica como aquella acción espontánea que realizó en plena Glorieta de Insurgentes. Sin previo aviso, subió una consola a una camioneta, se estacionó junto a la glorieta y comenzó a tocar. Mientras la música tronaba, descendió en calzones y comenzó a bailar entre el tráfico como si invocara a los espíritus del punk chilango.

El acto duró apenas unos minutos. Los peatones lo grabaron entre risas, algunos lo miraban con asco, otros aplaudían sin entender del todo qué estaba pasando. Para cuando llegó una patrulla, Silverio ya se había ido, como un espectro desquiciado que solo aparece para recordarnos que lo sucio también es bello.

Silverio: entre el beat y el berrido

Silverio no solo hace música: construye una mitología del exceso. Su figura mezcla lo político con lo grotesco, lo tribal con lo electrónico, lo absurdo con lo peligroso. En un país con cientos de artistas que buscan parecerse a otros, Silverio ha decidido parecerse a nadie.

Y por eso cada una de sus presentaciones es tan valiosa: porque en un mundo de filtros, nos recuerda que el sudor, el cuerpo y el escándalo siguen siendo formas válidas —y necesarias— de arte.