Inglaterra es la sede de grandes artistas y proyectos con gran potencial desde sus inicios, y es inevitable que siga siendo la cuna cultural de la música en el mundo. Regalándonos a grandes artistas como Queen, Led Zepellin, Joy Division y un sinfín de coronados proyectos que hasta la actualidad son impresionantemente sonados.

Swim Mountain no es la excepción, a pesar de ser un proyecto solista e independiente, nos muestra un gran nivel de composición, teniendo una particular mezcla de guitarras wah-wah y un espectro variado de solos de teclado de los 80’s.

Swim Mountain, el color en su arte

El color en su arte

El proyecto londinense comenzó en 2014 con los particulares y psicodélicos colores del arte de su primer disco debut. El disco homónimo “Swim Mountain” le da color al arte con sus apenas escasas 6 canciones.

El disco en esencia nos transmite llamaradas psicodélicas de inicio a fin, con baterías apresuradas, guitarras con tantos efectos y sintetizadores viajando de un audífono a otro que apenas puedes percibir que sonido es, llegando a un punto en donde simplemente dejas de cuestionarte sobre que instrumento esta sonando.

“Swim Mountain” es uno de los álbumes más frescos que puedas escuchar en pleno 2019, aunque el disco haya sido lanzado hace 5 años.

Absolutamente todas las canciones llaman la atención, nos referimos a que, si alguna vez fuiste o eres seguidor de Tame Impala, sabrás lo complicado que es encontrar a otra banda que se le asemeje a ese característico sonido psicodélico de un “Alter Ego” o un “Sundown Syndrome”.

Es por eso que debes darte la oportunidad de escuchar esta estrella de disco perdida en el universo, y si bien no cuenta con una gran producción detrás como con la que cuenta Tame Impala. Swim Mountain cuenta con una gran mezcla respaldada por su discográfica en ese entonces “Hey Moon Ltd”

Escucha aquí “Swim Mountain”:

La madurez en un producido Swim Mountain

Swim Mountain desapareció después de su gran sonido que logró capturar en el primer EP que lanzo, para regresar en 2017, teniendo un relanzamiento de su carrera musical con “Anyone”. Este disco contó con 4 canciones, muy pocas considerando el tiempo que se ausento, sin embargo, aquel dicho se volvió primordial en este caso:

“Más vale calidad que cantidad”.

Es importante mencionar que el proyecto se despejó de lo psicodélico, lejos de aquellas nubes estrepitosas y luces estrambóticas que manejaban dentro del primer disco.

Swim Mountain optó por encontrar sonidos más concretos, más pegajosos y amigables al oído, con una voz a su vez mas despejada y limpia, conservando algunos efectos reverb y guitarras wah wah que influenciaron desde un inicio a este gran compositor.

Escucha aquí “Anyone”: