Fue casi a finales de enero que se dio a conocer el lamentable fallecimiento de Tom Verlaine, uno de los miembros fundamentales de la mítica agrupación Television. Aquí sabemos que si algo es un hecho, es que una de las formas en que podemos llegar a medir la trascendencia y el impacto de un artista, banda, proyecto (o en este caso los tres) es por la cantidad de gente que les cita, aprende, reconoce y sobre todo, porque sabe pasar la rigurosa prueba del tiempo en lugar de desvanecerse, víctima de su propia época.
Marquee Moon de Television es la clara prueba de que no todo álbum envejece
Para aquellos que no lo sepan, durante la década de los setenta, los neoyorquinos de Television pisaron profundo en la escena del en aquel entonces estructuralmente precario punk alternativo, pero al mismo tiempo se mantuvieron al margen de la misma, como outsiders.
A la banda la sostenían principalmente los guitarristas Tom Verlaine y Richard Lloyd, quienes preferían la guitarra fina, pero con acordes potentes. Precisamente fue este gusto y la mancuerna cargada de influencias paralelamente opuestas: Lloyd, impregnado hasta la médula del rock a la Jimi Hendrix, de quien de hecho fue aprendiz y Verlaine con una pasión duradera por el feeling de la música jazz, que fue el distintivo que los direccionaría para colocar el piso sobre el cual, décadas más tarde caminarían bandas elementales del Indie-rock como Stereolab, The Strokes, Interpol, Franz Ferdinand, etc.
El 8 de febrero de 1977 Marquee Moon de Television, sale a la luz. Su primer disco es sin temor a equivocarse, uno de los más importantes de su carrera, pues no solo es un magnífico compilado artístico de exploración y experimentación con bases en la filosofía punk, sino que ayudo a propiciar una nueva alternativa para bandas cuyos sonidos podían entrar y salir del espectro sin temor a sonar diferente a la camada de músicos casados con las fórmulas rígidas y agresivas ya conocidas del género, (Blondie o Talking Heads) lo cual lo volvió hasta cierto punto inclasificable por lo sofisticado y pulido de su contenido.
Para tratar de entender por qué Marquee Moon fue un hito, hay que tener en cuenta que no solo fueron las influencias creativas de la banda, sino tambien la dinámica compleja de guitarras llenas de arpegios, armonías y fraseos que contrastaban entre si, la voz pasional y expresiva de Verlaine, así como los productores e ingenieros elegidos para llevar el material, mismos que estaban más acostumbrados a trabajar con sonidos de bandas de rock con tendencias pop y bluseras, que con este tipo de elementos. Aquí rescatamos a Brian Eno y el ingeniero que trabajó con bandas como Led Zeppelin y Rolling Stones.
Marquee Moon es lo que pasa cuando se mira fuera del molde y se apuesta por el talento propio, como ajeno. Un disco que siempre estuvo tres pasos o en este caso, décadas, adelante de su tiempo. Rebosa de ingenio, poesía, simbolismo, pero sobre todo, de presagios, visiones a futuro y de invenciones aún desconocidas para esos tiempos, augurando lo que durante los 2000 sería el nacimiento de la escena garage e indie rock, que le debe todo a este increíble disco, el cual obviamente aún tras casi cinco décadas después, no envejece.