Vampire Weekend, fue una de esas agrupaciones que se gestó al lado de una gran cantidad de proyectos que aunque coincidían con los ideales del indie rock de ese momento, se aventuraron a experimentar con otros sonidos que los emanciparan de las corrientes dominadas por agrupaciones como The Strokes o Arctic Monkeys, bandas cuyo distintivo principal eran las voces desgarbadas y letras irreverentes, complementando asi la imagen del rockstar descuidado del nuevo milenio.

Ezra Koening y compañía siempre supieron pintarse solos en cuanto a su identidad, tanto musical como estética y que además logró sobrevivir a los cambios que llegaron con las nuevas generaciones, tan así que justamente acaban de lanzar su nuevo material “Only God Was Above Us” y no ha pasado ni un día entero y ya está siendo aclamado por el público. Sin embargo hoy te venimos a hablar de esos elementos que nos llaman la atención acerca de la identidad de la agrupación que han llevado trabajando de manera espectacular.

De lo preppy al barroco: Vampire Weekend y el eclecticismo en su estética

Realmente siempre nos ha resultado curioso cómo es que no nos habíamos tomado el chance de indagar en la estética visual acorde al sonido de Vampire Weekend, que, desde su debut estuvo marcado por el uso prominente de guitarras limpias ritmos influenciados por la música africana y una producción que apuntaba hacia el pop barroco

En cada álbum han explorado nuevos territorios sonoros que desde siempre han ido de la mano con sus distintivos juegos de palabras y referencias cultas en los mensajes visuales que dicen demasiado, consolidando su identidad en la mente de los que hemos sido seguidores de la banda.

Sí, actualmente no es algo nuevo y lo podemos encontrar en proyectos emergentes, teniendo como ejemplo inmediato a The Last Dinner Party o Weyes Blood, pero hablando de las limitantes de aquellos años en los que Vampire Weekend era también una banda emergente, aventurarse a hacer música tan exótica para la época, logrando un espacio en el gusto del público anglosajón fue un hito en si mismo. 

El diseño estilístico de las portadas de Vampire Weekend

Algunos ejemplos del impacto visual y el diseño en los trabajos de la agrupación podemos encontrarla en su disco homónimo del 2008, aquí la portada de su debut presenta casualmente a la foto de una mujer frente a una cortina de cuentas, que comunica una sensación de nostalgia y simplicidad, lo que rompió con las tendencias maximalistas y kitch del momento, presentes principalmente en la moda y el diseño. Esta estética tiene un pie en lo tradicional sugiriendo una especie de contraste con la modernidad de su sonido indie con influencias de música africana.

Vampire Weekend

Dos años después de su exitoso debut le siguió el álbum Contra, cuya portada muestra una foto Polaroid de una joven Kirsten Kennis, misma que fue tomada en 1983. Esto quizá haciendo alusión a una reinterpretación moderna de lo viejo, lo cual va acorde con su sonido, una mezcla de ritmos tradicionales utilizando elementos de producción más sofisticada.

Vampire Weekend Contra

Para Modern Vampires of the City (2013), destaca una imagen en blanco y negro de la ciudad de Nueva York con nubes densas sobre ella, dándole un tono melancólico y reflexivo, llevándose a la perfección con el contenido del disco el cual se desprende del tono alegre de la banda para darnos un álbum muy sombrío e introspectivo

Vampire Weekend discos

Seis años tuvieron que pasar para que la banda nos entregara Father of the Bride, que a diferencia de su antecesor, su portada presenta una imagen más abstracta y colorida indicando una apertura hacia exploraciones más amplias en cuanto al sonido y lo visual  musicalmente.

Vampire Weekend discos

Videoclips y la congruencia con la identidad de la banda

Ok, pero los videos musicales de Vampire Weekend no se quedan atrás, de hecho uno podría ver algún fragmento al azar e inmediatamente sabes a quién pertenecen

Las producciones audiovisuales suelen caracterizarse por su estética cuidada además de un uso inteligente de la colorimetría y narrativas visuales que son por demás intrigantes, lo que complementa sus letras que a menudo nos cuentan historias con significados “escondidos a simple vista”

Aquí te dejamos con algunos de los más famosos

A-Punk

Un video rápido lleno de energía, cargado de cortes rápidos y cámaras en constante movimiento. Este es probablemente uno de los videoclips más emblemáticos de VP, además de capturar una etapa específica consistente con la actitud aventurera y jovial, reflejada en su forma de vestir y los colores empleados, y algo que definitivamente no encontraremos en ninguna de las demás etapas de la banda.

Oxford Comma

La simplicidad del video contrasta perfectamente con la temática de fondo y la letra de la canción. Aquí la agrupación juega con lo que simbólicamente transmite una granja, en un mood de despreocupación, pero con una carga lírica y sonora bastante compleja.

Harmony Hall

Uno de los videos más cargados y variados en cuanto a las imágenes y simbologías de los mismos. Desde serpientes, hasta pancakes, estos elementos juegan con nuestra capacidad de abstracción, mientras la musicalización combina atmósferas alegres que nos hablan de temas que no lo son tanto.

 

Con lo anterior queda claro que la convergencia de su estética visual y sonora destaca la capacidad de la agrupación para crear obras que tan intelectuales como emocionalmente resonantes. No por nada siguen dando de que hablar aún en tiempos en los que el rock ha dejado de ser el foco principal de atención en la industria musical.

¿Y tú ya escuchaste el nuevo disco de Vampire Weekend? ¿Qué te pareció?