Para Eric Ortiz

La última década ha visto nacer a una estrella internacional poco probable, ¿cuándo hubiéramos imaginado que Eugenio Derbez le iba a ganar la taquilla gringa a Tom Hanks? El comediante mexicano, gracias a su trabajo al frente y detrás de la cámara, se ha convertido en producto de exportación, garantía de recaudación a ambos lados de la frontera.

Sin embargo, “No se aceptan devoluciones” y “Cómo ser un Latin Lover“, sus trabajos más recientes, no se dieron por generación espontánea, al contrario, son sólo la evolución del carisma que llevó a Eugenio Derbez a triunfar en la pantalla chica durante los 90. El actor se convirtió en una de las cartas fuertes de Televisa y conquistó al público con sus chistes de doble sentido fácil en “Al derecho y al Derbez“, “Derbez en cuando” y “XHDerbez” (éste último ya entrados los dosmiles).

Tres emisiones que hicieron reír a chicos y grandes con chistes de pedos, albures, parodias y carisma, además de contar con las actuaciones especiales de todo el grueso actoral del Canal de las Estrellas. ¡Era otro México!

Una de las mejores decisiones de su carrera fue detectar cuando era tiempo de dejar la televisión, hacer otras cosas y forrarse los bolsillos cuando había Mundial o Juegos Olímpicos. Por eso, hoy que es un imán de taquilla, queremos recordar al otro Derbez.

La canción “We Are The World“, y su posterior popularidad, desató una serie de imitaciones en las que las estrellas del mundo se juntaban para cantar por alguna buena causa y de paso juntar unos pesos, hasta el programa Solidaridad tuvo su melodía. Derbez decidió parodiar tan buenas intenciones con una tonada que nos invitaba a aprender a amarrarse las agujetas, aguas que se tropiezan.

GoldenEye revivió el furor por el agente secreto más famoso del mundo: James Bond, una propiedad que había casi naufragado cuando el estudio dueño de los derechos intentó aplicar el Christopher Nolan a la franquicia de la mano de Timothy Dalton. El fenómeno no pasó desapercibido para Eugenio que facturó su propia parodia.


Muchas veces los sketches más sólidos de Derbez, y el equipo de escritores que siempre le hizo esquina, partían de ideas muy simples, pero justo esa simpleza jugaba a su favor. Algunas piezas funcionaban como anti-bromas, secas, mal contadas y parcas, justo por eso generaron risas. Como este ejemplo.

Las novelas históricamente han sido la carta fuerte del Canal de las Estrellas y Derbez no iba a dejar escapar la oportunidad de parodiarlas. Aquí haciendo eco de “Cuna de Lobos“, “María la del Barrio” y… ustedes verán.

Los noventas eran mucho más laxos con aquello de lo políticamente correcto y las demandas del Conapred. Eugenio le sacaba provecho en muchos niveles, aunque pocos lograban generar las risas y empatía de la Sección Imposible protagonizada por Sammy y Miguel Luis.

Si las novelas recibieron su justa parodia, los clásicos cuentos de hadas no se iban a quedar atrás.

Uno de los elementos que más destacaron de “Al derecho y al Derbez” eran los esfuerzos que dedicaba la cabeza detrás del proyecto a tener emisiones temáticas. Hubo de música, niños, futbol y muchas otras más. Una de las más efectivas fue la reservada al Cine Mexicano, seguro por recomendación de la siempre sólida Silvia Derbez.

Este pintor que decía hacer arbustos y bancos felices era una copia bastante chambona del entrañable Bob Ross. Si algo salvaba al segmento eran sus colores para pintar (¡Rojo mensual!) y el hecho de que Derbez usaba un plumón disfrazado de pincel.

Ni antes, ni ahora, Eugenio Derbez ha temido hacer el ridículo. Incluso en “Cómo ser un Latin Lover” juega con la noción de que es un galán para nada galán (*inserte referencia a Aaron Abasolo). Esa peluca hirsuta nos dio muchas horas de diversión cortesía del “naco” Barnaby.

Para cerrar el exitoso recorrido de Derbez en Cuando la producción no escatimó con las invitaciones y la mayoría de los comediantes famosos de los noventa hicieron acto de presencia. Hasta el Güiri Güiri se dio la vuelta.

Regresamos a la parodia básica, no obstante efectiva. En esta ocasión, en sentido homenaje al orgullo de Apodaca, Nuevo León: ¡Bronco!

Las primeras clases de cocina que tuve en la vida llegaron cortesía de la graciosa parquedad de Toño de Valdez, voz inconfundible y eminente presencia de los Deportes de Televisa. Conquisten a sus próximas visitas con esta receta para campeones.

Para cuando XHDerbez llegó a nuestras vidas, el agotamiento creativo de Derbez su equipo era notorio. Los chistes eran cada vez más rebuscados y los nuevos personajes no eran tan chistosos (¿Marilyn Menson?). Sin embargo, de vez en cuando encontraron cómo pegarle al blanco.

Los abuelos suelen decir que antes los rateros tenían honor, se esforzaban y usaban su ingenio para sacar provecho sin usar armas de fuego. Vaya que las cosas han cambiado. Derbez tomó de manera literal ese dicho de otra generación y lo convirtió en sketch.

La imagen de Julio Esteban era inconfundible: mitad Walter Mercado, mitad Liberace. Adornado con un bello puñal a mitad del corazón, Esteban leía las cartas de sus seguidores, siempre haciendo juegos de palabras y, a menudo, usando el mismo campo semántico como guía. No se pierdan su aparición especial en El Calabozo junto a una irreconocible Alejandra Guzmán.

Ale, querida, ¿qué te hiciste?